jueves, 7 de noviembre de 2013

'The clockwork rocket', de Greg Egan

The clockwork rocket.  Greg Egan. 2011

The clockwork rocket es una novela de ciencia ficción del autor australiano Greg Egan. Anteriormente he dado mi amateur opinión respecto a algunas otras obras de este autor: Ciudad Permutación, Axiomático, Luminoso y Diáspora.

Esta novela forma parte de una trilogía nombrada Orthogonal, la cual esta compuesta por las siguientes obras:

1. The clockwork rocket (2011)
2. The eternal flame (2012)
3. The arrows of time (2013)

Soy un lego en cuestiones de física y matemáticas, es debido a esto que quiza algunos de los conceptos del libro los haya entendido incorrectamente, por lo que pido me disculpen de antemano y agradezco cualquier corrección que aumente mi entendimiento.

Intentar destripar una novela de Greg Egan es muy difícil, sus dos novelas anteriores, Teranesia y Zendegi, no lidiaban con  los rebuscados fenómenos de física  que pueblan sus demás novelas y relatos cortos. Algunas lectores hasta pensaban que Egan se estaba ablandando. 

 Egan imagina un universo muy diferente al nuestro, regido mediante la geometría de Riemann en lugar de una geometría de Lorentz como la nuestra. Lo que implica este cambio es que las reglas de óptica, termodinámica y química no aplican para los habitantes de este universo.

Por ejemplo, en nuestro universo el espectro de color de la luz visible varia de acuerdo a su frecuencia, pero la velocidad de la luz en el vacío es  constante, es una de las reglas que nos enseñan desde el preescolar, en el universo de la novela las frecuencias de luz se mueven a diferente velocidad, por lo que los habitantes de ese universo ven las estrellas como borrones policromos, el color azul es el más rápido e indica la posición original de la estrella, mientras que el rojo, el mas lento, indica su posición actual.

Existen otros fenómenos interesantes, por ejemplo, en nuestro universo una reacción química produce calor y luz, pero en un universo de Riemann la generación de luz produce calor sin el acompañamiento de un cambio en la energía química. La flora de este universo es bioluminiscente y genera su propia luz.

La biología de los habitantes del planeta es bastante peculiar, las hembras tienen mucho más volumen que los machos y se reproducen mediante un proceso de partenogénesis, las madres se fisionan en dos parejas de machos y hembras. Y los padres se encargan de criar a los retoños.

La protagonista de la novela es una hembra llamada Yalda, ella es especial debido a que no tuvo compañero de nacimiento, por lo que absorbió sus nutrientes y es relativamente más grande y fuerte que las demás hembras. Al principio de la novela Yalda acompaña a su padre a un bosque para cargar con el cuerpo de su abuelo, quien esta agonizando.

Es aquí donde descubrimos los hurtlers, unas estelas dejadas por meteoros que se mueven a gran velocidad y es la existencia de estos objetos lo que propicia la trama.

Cuando Yalda crece estudia física, especialmente el campo de la óptica y es mediante un descubrimiento suyo que la civilización donde vive reconoce que estos cuerpos celestes representan una amenaza a la vida del planeta.



La ficción de Egan es tan dura que es casi impenetrable, y es en mi humilde opinión ciencia ficcion más compleja que las obras de otros grandes autores de la ciencia ficción hard como Stephen Baxter, Larry Niven, Hal Clemenet o Robert L. Forward.

Algo que me agrado mucho de la novela es que no trata solamente de sesudos discursos de física exótica (los cuales si tiene y muchos) también es relevante la estructura social preindustrial donde se lleva a cabo y sus prejuicios hacia las mujeres especialmente hacia las mujeres cientificas.

El titulo de la novela spoilea parte de la trama, una nave de relojería. En los pocos libros steampunk que  he leído los autores estan más preocupados por dar el feeling anacrónico de una sociedad victoriana con adelantos tecnológicos improbables, ¿Pero que pasaría si un autor se tomará en serio lo de diseñar un vehículo steampunk funcional?, un auto de carreras, un avión o mejor aun, una nave espacial.

Una gentil introducción al universo de Orthogonal por parte del autor.

Buena parte del disfrute del libro depende de la capacidad del lector de comparar la fisica del universo creado por Egan contra el nuestro. Decia Stephen Hawkings (o Carl Sagan, no recuerdo) que por cada ecuación un libro de divulgacion cientifica perdia un lector. Egan no introduce ecuaciones en este libro pero explica de forma amena la naturaleza de sus divagaciones con graficas, decenas de graficas. Esta novela no ha sido publicada en castellano.

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