domingo, 22 de diciembre de 2013

'The eternal flame', de Greg Egan

The eternal flame. Greg Egan. 2012

"Imagina una época, una docena de generaciones en el futuro, cuando la mecánica de ondas energice cada máquina y todos lo den por hecho. ¿Realmente deseas que piensen que cayó del cielo, completamente formado?, cuando la verdad es que deben su buena fortuna al motor de cambio más poderoso de la historia: gente discutiendo de ciencia"


The eternal flame es una novela de ciencia ficción dura del autor australiano Greg Egan. Esta novela es la segunda dentro de la trilogía Ortogonal, siendo precedida por The Clockwork Rocket. No han sido traducidas al español hasta el momento.

En la novela anterior Egan nos introdujo en un exótico universo, el cual se rige por la geometría de Riemann en lugar de una geometría Euclidiana, como nosotros. La cual entre muchas otras diferencias, no respeta el quinto postulado de Euclides.

Estos alienígenas cuentan con una biología muy diferente de la nuestra, también realizan una aproximación diferente a la ciencia que nosotros, por ejemplo, en su mundo se descubre primero las propiedades de onda de la luz, y después su naturaleza dual de partícula.

Descubren que cada vez hay más probabilidades de que meteoros formados con materia ortogonal golpeen su planeta y activen la química necesaria para convertirlo en un Sol, extinguiéndolos. Por lo que generan un plan de emergencia, construyen una nave y emprenden un viaje espacial.

Debido a la naturaleza del universo que habitan, cuando un objeto se mueve lo suficientemente rápido el flujo del tiempo local se vuelve ortogonal, es decir, transcurre más cantidad de tiempo para los objetos en transito que los estacionarios.

Su idea es crear una nave generacional en donde desarrollen su ciencia a niveles lo suficientemente elevados como para salvar a los demás al regresar, aunque pasen muchas generaciones en la nave, en el planeta trascurrirán solamente algunos años.

En esta segunda novela se busca la resolución principalmente de dos graves problemas: Necesitan encontrar la forma en que la hembras de su raza pasen de ser cuadríparas a ser bíparas. Es decir, de dejar de fisionarse en cuatro hijos a solamente dos, debido a las restringidas reservas de alimento en la nave. 

Y la segunda cuestión es igual de relevante, encontrar una forma de propulsión eficiente para la nave, que permita sustituir las menguadas reservas de combustible, una flama eterna que los lleve de nuevo a su hogar.



Greg Egan es un pionero. Entra solo a la selva, armado con lampara y machete y regresa con maravillas en las alforjas. Ningún otro autor puede hacer lo que el hace.

Comprendo que el libro pueda aburrir o confundir a algunos lectores, sobre todo cuando Egan se pierde en esotéricas teorías de su física rotacional, pero si puedes seguir sus pasos (aunque sea de lejos) pienso que sus obras pueden ser mucho más exhilarantes que otras obras que solo entretienen con batallitas espaciales.

Egan usa el rigor de la ciencia para narrar una historia llena de intentos fallidos, derrotas y el empedrado camino hacia el conocimiento y el éxito.

Siento que Egan es un autor muy subestimado, ignorado olímpicamente por los premios, ¿pero que se puede esperar cuando se selecciona como mejor novela una parodia de Star Trek?. Me deprime que premien Ciencia ficción Pop, literatura que no implique absolutamente ningún esfuerzo por parte del lector.

El placer otorgado por la obra es en su mayor parte intelectual, no hay subtramas metidas con calzador, no son necesarias. Si puedes lidiar con este hecho, es muy probable que disfrutes la novela.

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