martes, 8 de junio de 2010

Las ciudades invisibles, de Italo Calvino

Las ciudades invisibles. Le città invisibili. Italo Calvino. 1972
El infierno de los vivos no es algo por venir: hay uno, el que ya existe aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de dejar de verlo. La segunda es riesgosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio

 



En Las ciudades invisibles, nos encontramos con  Marco Polo narrando cuentos al emperador Kublai Jan, sobre las ciudades encontradas por el explorador, a través del imperio tártaro.

A diferencia de los recaudadores de impuestos y generales, Marco Polo no se interesa por los tesoros o las fronteras, en cambio, le narra acerca de las ciudades que existieron en un pasado remoto, las que fueron inventadas por el vulgo, las que no tienen posibilidad de existir, regiones oníricas nacidas de las ensoñaciones provocadas por el consumo del opio o el hastío.  

Cada ciudad es contenida en un microrelato de dos paginas de extensión. Son bocetos de civilizaciones, metrópolis, medinas o aldeas, extraídas del inconsciente del autor. Todas las ciudades tienen nombre de mujer, nombres árabes, hebreos o latinos. 

La categoría de las ciudades no es realizada de forma estocástica. Sino que, es nombrada de acuerdo a la emoción que mas afecta al visitante. O al sentido mas utilizado. Por ejemplo: Las ciudades y la memoria, Las ciudades y el deseo, Las ciudades y los signos, Las ciudades y los trueques, Las ciudades y el  nombre, Las ciudades y los muertos, etc. 

Dentro de las ciudades invisibles, el autor nos evoca fantásticos parajes, de ensoñación y pesadilla. En un manantial que pareciera nunca secarse, el autor nos sumerge en ciudades quiméricas, extravagantes epifanías, y utopías que duran un pestañeo.

Italo Calvino se encuentra en el mismo nivel que otros grandes fabulistas de la literatura fantástica, como Borges, Los hermanos Grimm, Jean de la Fontaine o Hans Christian Andersen. Italo Calvino cuenta con un estilo excepcional que conmueve, maravilla y entretiene.

En resumen: La obra de Italo Calvino es fantasía en su máxima expresión, Las ciudades invisibles es una obra corta en extensión y extensa en ideas. Cada ciudad podría dar fruto a un libro completo, pero ese no es el objetivo del autor. No hay clichés, ni premisas cansadas. A falta de una trama convencional , Italo Calvino se convierte en Marco Polo y el lector en Kublai Jan. Fantasía peculiar, novedosa e inclasificable.

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